San Ginés pierde definitivamente la cabeza durante su interrogatorio en el juicio de Stratvs tras contestar 67 veces “no lo sé” y “no lo recuerdo”
EL JUEZ, AL VER RODAR SU CABEZA: “SI ES QUE SE VEÍA VENIR”
Momentos tensos los vividos el pasado lunes en los juzgados de Arrecife en el marco del juicio de la bodega Stratvs. Durante el interrogatorio al expresidente del Cabildo, y tras contestar 67 veces “no lo sé” y “no lo recuerdo” a preguntas que presuntamente conoce de sobra, la cabeza de Pedro San Ginés, que llevaba ya un rato sosteniéndose en un plano muy inferior al normal, cayó rodando sobre la mesa. Aunque la mayoría de los presentes se impresionó al ver la cabeza separada del cuerpo, el juez permaneció impasible e incluso soltó un lacónico “si es que se veía venir”.
Algunos analistas consultados consideran que se trata de un suceso que cabe dentro de lo normal en casos en los que el cerebro se ve sometido a una carga de mucho estrés, y especialmente cuando se ha estado un tiempo muy prolongado mintiendo conscientemente. Y es que Coalición Canaria está protagonizando un curioso caso de “Oposición Catenaccio”, un sistema nacido en Italia que consiste en centrar la labor de oposición en defenderse de las barbaridades cometidas tu gobierno anterior.
Minutos antes de que su cabeza se despegara del cuerpo, San Ginés había asegurado que no recordaba quién era Joana Macías, ni el informe que hizo sobre Stratvs y La Geria, ni las represalias que ejecutó contra ella por no hacer el informes a su gusto, ni el nombre del fiscal del que presentó una queja en Fiscalía. “Es que la noche me confunde, ¿por qué se empeñan en celebrar estos juicios de madrugada?”, dijo San Ginés con los ojos agrietados y con evidentes síntomas de agotamiento.
San Ginés quiso aprovechar su comparencia para aclarar que él nunca pidió “contrainformes”, sino que cuando no le convencía un informe pedía otros “por si acaso, no por ir en contra del primero, que el pobre no tenía culpa de nada, pero a veces los técnicos se despistan y no entienden bien cómo deben hacerlos, y entonces claro, no me queda más remedio que intentarlo con otros técnicos un poco más despiertos”.
Poco antes de terminar su declaración, el expresidente volvió a sorprender a los presentes preguntando al Tribunal si, antes de marcharse, “podía saludar”. “Es que le quiero mandar un saludo muy especial a mi querido amigo Ignacio Calatayud. Ya sé que él no me considera su amigo, pero yo quiero que sepa que no le olvido”.
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